Se refiere a la implementación de drones y otros sistemas autónomos para vigilancia, patrullaje y protección de áreas estratégicas. Estos dispositivos ofrecen una alternativa eficiente y tecnológica para reforzar la seguridad sin necesidad de presencia física constante.

Consiste en:

• Monitoreo aéreo: Los drones equipados con cámaras de alta resolución permiten supervisar grandes áreas en tiempo real.
• Detección de amenazas: Sensores térmicos y de movimiento ayudan a identificar actividades sospechosas.
• Respuestas rápidas: Pueden ser programados para reaccionar ante eventos de seguridad, como intrusiones o emergencias.
• Reducción de costos: Disminuyen la necesidad de personal en patrullaje físico, optimizando recursos.
• Operación remota: Se controlan desde centros de seguridad, permitiendo vigilancia continua sin interrupciones.